José Ramón Perez de Maturana.
En una noticia de esas que aparecen de vez en cuando interesantes en TV, un hombre de color llego a comentar que : si un negro americano disfruta viendo la película “Lo que el Viento se llevó”, debería sentarse y pensar que algo grave tiene dentro de su cabeza.
Se quería referir a los esclavos que aceptan la condición de tales y viven sumisos si ningún planteamiento crítico ni libertador que aflore por sus mentes. Esclavos que aceptan que sus amos dirijan sus vidas y encima defienden con aparente autoridad, su condición de hombres no libres.
Para que este esclavo americano pueda llegar hasta esta condición de no plantearse ninguna perspectiva que vaya más allá de lo que le impone el amo, hay detrás un estrategia diseñada, como no por el amo, y tan antigua como las primeras invasiones entre los pueblos.
Una de las técnicas siempre utilizadas para la opresión de un pueblo consiste en designar, en este caso, a esclavos negros y darles cuotas de poder para que lleven a cabo el control de los restantes esclavos. Estos, tendrán unos privilegios que los amos decidirán y servirán de muro de contención para que no salte la sublevación, puesto que el amo sabe perfectamente que la unidad entre todos sus esclavos pondrá en peligro su posición dominante.
Además de darles ese pequeño poder a unos, los amos podrán utilizar también la siguiente táctica que es: dejarles aparentemente, mantener su cultura y sus tradiciones y festividades, para que no parezca que son tan malos. Les dejaran que hablen su lengua y mantengan sus ritos, pero siempre dentro de los límites que marque la Plantación.
La tercera táctica infalible y a la vez la más peligrosa para el esclavo negro, es esconder la violencia dejando de azotar a los esclavos. Es el momento de aparentar normalidad y dejar que los esclavos se desahoguen manteniendo su cultura y así se aseguran, que sigan trabajando y produciendo para los amos.
En una interpretación moderna seguro que les dejarían tener su servicio de orden y sus periódicos por supuesto escritos en la lengua de los amos y hasta les dejarían que entre ellos organizasen sus propias elecciones en las cuales todos, esclavos y amos, podrían votar.
La historia nos demuestra que los esclavos negros americanos, nunca llegaron a esta idílica esclavitud y sabemos que fue más cruel, pero nos sirve este ejemplo para traducirlo a nuestro presente actual como pueblo colonizado y estado ocupado.
Esta es la situación actual que vivimos los esclavos colonizados navarros , adulterados mentalmente creyéndonos que vivimos en un mundo de libertad y democracia propia, sin querer enterarnos que lo han construido los franceses y españoles para tenernos encadenados a esta “ idílica “ esclavitud productiva.
Hacemos nuestras sus instituciones y sus leyes, obedecemos con resignación a su policía, su economía, su justicia, sus recortes, sus impuestos, su violencia , sus manipulaciones y sus corrupciones.
Ellos nos proporcionan los medios para que nos enfanguemos y nos despintemos con el noble objetivo de mantener nuestra cultura, pero siempre el resultado de nuestras acciones pequeñas o multitudinarias, terminan en el mismo pozo pero eso si, con gozo.
Un mundo idílico llamado vasco dentro de una jaula de cristal española y francesa, donde solo podrás ver las estrellas que tus amos te dejen ver.